Mazinger Z: 40 años de un mito

Corría el año 78 cuando TVE empezó a poner los sábados al mediodía una serie que nos marcaría a muchos: Mazinger Z. Prueba de ello es una foto en la que salgo disfrazado en mi tierna infancia con un disfraz casero del robo, que por motivos obvios me niego a poner aquí. Pronto, la serie nos cautivó a todos, convirtiéndose en un referente por varios motivos, varios de ellos ya míticos.

En primer lugar estaba el propio Mazinger, un gigantesco robot de combate, con un diseño espectacular e innovador para su época. Lo avanzado de su diseño lo prueba el hecho de que en las posteriores revisiones siempre han respetado los elementos esenciales, variándolo poco o dejándolo igual directamente.

Después estaba su arsenal, con un arma a cada cual mejor que la otra.  Laser en los ojos, viento huracanado, misil del pecho, y las dos más fabulosas, el rayo fotónico o fuego del pecho y por supuesto: ¡PUÑOS FUERA!.

Para manejar a Mazinger, se utilizaba el Pilder, un vehículo aeroplano en el que Koji se montaba y volaba hasta lo alto, acoplándose en su cabeza y permitiéndole manejar el robot. Con el tiempo, también apareció un nuevo accesorio para Mazinger, el Jet Scrander, que se ciñen a su cintura y le permitían volar. Eso marcó un antes y un después en el modo de combate de Mazinger.

No podemos olvidar las instalaciones donde se encontraba Mazinger Z,  el Instituto de Investigaciones Foto atómicas, di impresionante diseño. En él se encontraba el Hangar subterráneo, cubierto por una piscina, que en las míticas secuencias en que koji se acercaba con su pilder, se abría, permitiendo a Mazinger emerger para realizarse el acoplamiento. Asimismo, otras escenas para el recuerdo eran cuando el Instituto era atacado, momento en que  se levantaba un campo de fuerza y se protegía de los brutos mecánicos hasta que Mazinger acudía la rescate.

   

Los personajes también son muy recordados. Por el lado de los buenos tenemos a Koji, el piloto de Mazinger y nieto del profesor Kabuko, su creador. Junto a él estaba Sayaka, con quien Koji tenía una relación problemática debido a su mutua atracción; el padre de ésta, el profesor Yumi, a cargo del Instituto y aliado de Koji en su lucha; Shiro, el hermano pequeño de Koji, y para mi gusto un personaje absolutamente innecesario; Boss y sus compinches, que aportaban el punto cómico a la serie, y los profesores Iz, Biz y Diz, ayudantes del profesor Yumi.

En el lado de los malos, estaba el Doctor Infierno, malo absoluto de la serie y artífice de todos los brutos mecánicos que se enfrentaban a Mazinger. Tenía su propio ejército, los mascaras de Hierro, con un uniforme que recordaba a los antiguos griegos o romanos, pero eran dos de los secuaces del Doctor Infierno los que más llamaban la atención de la serie y destacaban sobre el resto: El Conde Broken y el Barón Ashler.

El primero era un oficial alemán resucitado, por lo que siempre llevaba un uniforme de la segunda guerra mundial. Lo peculiar de él era que su cabeza era la única parte orgánica que le quedaba, siendo su cuerpo el de un robot, pudiendo ésta levitar separada del tronco, por lo que normalmente veíamos la cabeza por un lado y el cuerpo por otro. El segundo daría dolor de cabeza a Bibiana Aido, ya que era miembro y miembra al mismo tiempo. El Barón Ashler (Perdón, el Barón/Barona, o Baron@, o yo que se como nombrarlo para ser políticamente correcto) era mitad hombre en su lado izquierdo y mujer en su lado derecho. Para unos críos como nosotros, que habíamos visto poco mundo por aquel entonces, era un personaje absolutamente perturbador, sobre el que no podíamos evitar especular sobre que habría bajo la túnica que siempre vestía. (esa duda se resolvió parcialmente años después, luego os cuento). Solía ir armado con una especie de lanza o vara que le servía para manejar a los brutos mecánicos que estaban bajo sus órdenes. El Conde y el Barón, a pesar de ser aliados, solían competir entre sí para ganarse el favor del Doctor Infierno.

En cuanto a los robots que aparecían en la serie, además de Mazinger, teníamos a Afrodita A, el robot manejado por Sayaka, que dio pie a una de las frases míticas de nuestra infancia: ¡PECHOS FUERA ¡. Curiosamente, según he leído, en ningún momento de la serie se dice esa frase, pero todos la asumimos como tal. El otro robot aliado de Mazinger era el robot de Boss, que se construía uno para poder competir con Koji por el afecto de Sayaka. Grande y patoso, seguía aportando el punto cómico igual que su dueño.

 

 

Por el lado enemigo tenemos a los brutos mecánicos. Creados por el Doctor infierno, en cada capítulo aparecía uno nuevo con diferentes habilidades, y solían tener un diseño muy atractivo. Ninguno llegaba a ser tan poderoso como Mazinger, y a pesar de ponerle en aprietos, no eran capaces de derrotarle, teniendo que recurrir muchas veces a atacarle en grupo para poder hacer daño al robot protagonista de la serie. Hay dos de ellos que destacan especialmente y que todos recordamos sin problemas, El Doublas M2 y el Garada K7 (Los cuales por cierto tengo en figuras) y que prácticamente han ido apareciendo en el resto de las series que se han hecho sobre Mazinger.

La serie tuvo 92 episodios, de los cuales vimos 32 en España. El resto hoy en día se pueden conseguir fácilmente por Internet. Al acabar ésta, hicieron varias series y películas, destacando las siguientes:

-        Gran Mazinger. Protagonizada por un robot introducido en el último capitulo de la serie original, era una versión mejorada y más poderosa de Mazinger, y protagonizada por otros personajes. Sinceramente, como nunca me gustó el diseño del Robot, al verlo como una mala copia del original, nunca he hecho por verla y no puedo hablaros de ella.

-         Mazinkaiser. Esta serie si merece mucho la pena. Si el Gran Mazinger era una versión supuestamente mejorada del Mazinger, el Mazinkaiser viene a ser su versión Bruto y Bastarda. Con un gran diseño, que respetando los conceptos básicos del robot original, lo modifica dándole un aspecto absolutamente amenazador. Koji, en una batalla en la que tiene que huir abandonando el Mazinger, va a parar a un escondite secreto donde su abuelo construyó el Mazinkaiser y lo guardaba para cuando fuese necesaria su utilización. Resulta ser un robot  tan poderoso, que en su primera batalla está a punto de destruir a sus aliados, ante la dificultad de manejar tanta fuerza. La serie se radicaliza y se hace más adulta con respecto a la original, metiendo elementos como robots más orgánicos que nunca, que parece que sangren en cada batalla, muertes violentas de protagonistas, y mucho erotismo. Sayaka aparece en Top Less en un episodio, y en otro el Barón Ashler protagoniza una escena donde se ducha, pudiendo ver parcialmente su cuerpo desnudo y quedando más o menos aclarada la gran duda de nuestra infancia. Por cierto, el Barón no duda en meterse mano a si mismo. Esta serie tuvo siete episodios y un ova.

-       Mazinger Z Edición Impacto. Del año 2009, es una revisión del Mazinger clásico. Empecé a verla, pero me resultó un poco extraño el planteamiento, y después de lo comentado por TeMon en este blog, me lo voy a pensar un poco antes de verla, no vaya a ser que se cargue el grato recuerdo que tenemos todos de la versión original. Ya os iré contando si me animo.

En cuanto a los mangas, aquí en España, que yo sepa , se editó como coleccionable hace tres años los cinco primeros tomos del manga original, y cinco tomos de Z Mazinger, que replanteaba el origen de Mazinger de manera bastante curiosa, vinculándolo a los dioses griegos. Yo tengo los diez tomos y son recomendables, por si los vuelven a reeditar. Eso si, se leen al revés, al estilo japonés.

Para finalizar esta estrada, recordar que este año es el cuarenta aniversario de Mazinger Z, y en el Salón del Comic de Barcelona le hicieron un merecido homenaje. Por último, no puedo dejar de pasar la ocasión para volver a la sección de anecdotario y contaros una batallita que demuestra mi admiración por este Robot.

Cuando me iba a casar, yo le regalé a mi mujer como regalo de pedida un anillo de compromiso, y ella me iba a regalar los gemelos que iba a llevar el día de la boda con el Chaqué. Una vez que los compramos, y viendo que habían salido más baratos de lo que yo pensaba que iban  a costar, me quedé pensando y empecé a decirle a mi mujer:

-          Los gemelos están bien, pero ilusión, lo que se dice ilusión, no me hacen. Es algo que me tenías que regalar porque los tengo que llevar puesto, pero no es algo que vaya a recordar con un cariño especial.

-          ¿Quieres que te regale además otra cosa, aprovechando que han salido bien de precio?

-          Pues mira, si – Y acto seguido me la llevé a una tienda de comics.

El día de la cena de la pedida, con las dos familias, procedimos a intercambiarnos los regalos. Yo le di su anillo y ella me dio los gemelos. Después de abrirlos y enseñárselos a todo el mundo (que bonitos, muy elegantes, etc....) la gente se disponía a comer cuando de repente mi mujer dice - Esperar, que hay otro regalo – y acto seguido sacó una caja grande y me la dio. Saque de dentro un Mazinger de 60 cm de altura, chulisimo, al que llevaba años echándole el ojo. La cara de mi suegro en ese momento era un poema, como pensando “Pero con quien coño se va casar mi hija”. Pues al final, el muñeco fue el alma de la cena. Todo el mundo se hizo una foto con él, mi suegra incluida, y se lo iban pasando unos a otros mientras jugaban con él. Y por si os lo estáis preguntado, no me lo llevé a la boda. Tampoco estoy tan grillado.

Como despedida, cantemos todos juntos: